Un divorcio tiene la capacidad de cambiar completamente la vida de alguien, y complicar varios asuntos en la vida. El divorcio puede ser especialmente complicado cuando vienen en juego asuntos de la inmigración. Para uno que está tratando de obtener la ciudadanía estadounidense a través de la naturalización, ¿qué efecto tendrá su divorcio en su residencia y en su solicitud por la ciudadanía?
¿Mi divorcio me arruinará la solicitud para la naturalización?
La respuesta sencilla es que depende. Hay ciertos tipos de solicitudes que dependen de tener un cónyuge ciudadano, y divorciarse de ese ciudadano puede complicar el asunto. A veces los inmigrantes tienen la residencia permanente condicional. Si el matrimonio termina antes que se cumpla un cierto límite de tiempo, su residencia permanente podría vencer.
Pero, por suerte, hay pasos que una persona en esta situación puede tomar para proteger su residencia permanente contra los efectos del divorcio.
Por ejemplo, si usted es un residente permanente, y su residencia fue basada en su matrimonio con un ciudadano, y se está divorciando, tendrá que solicitar la remoción de las condiciones de su residencia antes que pueda solicitar la naturalización y la ciudadanía (enlace en inglés).
Algunos inmigrantes empiezan su solicitud por la residencia a través de otro tipo de visa que no depende de su estatus matrimonial. Por ejemplo, si usted ya era residente permanente antes de casarse con su cónyuge ciudadano, su divorcio no tendrá efecto en su capacidad de solicitar la naturalización.
La ley migratoria es compleja, y hay muchos pasos en el proceso de la naturalización en donde la situación se puede complicar bastante. Es importante entender bien el efecto que un divorcio tendrá en su solicitud antes de empezar el proceso del divorcio, para que usted pueda tener mejor probabilidad de éxito en su solicitud.