La vida de un inmigrante no es fácil. Pesa en el corazón estar lejos de la familia, en un nuevo país con una cultura diferente. Aun si uno encuentra una comunidad de compatriotas, no es la misma cosa que tener a los seres queridos cerca. Una vez que usted se haya establecido bien en los Estados Unidos, podría preguntarse lo que necesitaría hacer para traer a su familia. ¿Es posible?
La inmigración basada en relación familiar
La buena noticia es que existe un proceso por el cual usted puede ayudar a ciertos familiares a obtener la residencia. Luego, después de un período de tiempo, podrán obtener la ciudadanía a través del proceso de naturalización.
La oficina gubernamental estadounidense encargada de la inmigración estableció reglas sobre cuáles familiares fuera del país pueden beneficiarse de este proceso. La lista de familiares que uno puede ayudar con este proceso depende del estatus migratorio de usted mismo.
Las reglas para los ciudadanos y los residentes permanentes
Si usted ya tiene la ciudadanía estadounidense, usted puede solicitar la residencia permanente para su cónyuge, sus padres, sus hermanos, y sus hijos. También hay un proceso para solicitar una visa de prometido si usted tiene un(a) prometido(a) que vive fuera del país. Este proceso también se aplica a los hijos de su prometido(a).
Si usted es residente permanente, sus opciones son un poco más limitadas. Puede solicitar la residencia permanente para su cónyuge. Además, puede peticionar a sus hijos, pero sólo si son solteros. Sus hijos casados tendrán que solicitar otro tipo de visa. Un abogado experimentado en asuntos de inmigración le podrá ayudar a explorar todas las opciones que tendría un hijo casado.
La vida de un inmigrante es difícil, pero no tiene que ser solitario. Con la asistencia legal adecuada, es posible que usted podrá reunirse con su familia y empezar un nuevo capítulo de la vida todos juntos.